
Nunca elijas una marca sin antes haberte asegurado de que no exista una idéntica o muy similar a la tuya que ya se esté utilizando para ofrecer los mismos productos o servicios que tú ofrecerás.
Esto lo averiguas realizando una búsqueda fonética que consiste básicamente en revisar la base de datos del IMPI para descubrir cuáles marcas ya registradas o incluso en trámite de registro podrían entrar en conflicto con la tuya.
Para ello, puedes utilizar las herramietnas del portal del IMPI que son MARCIA y MARCANET; es importante que antes de hacerlo, conozcas cuál de las 45 clases de productos o servicios es la que corresponde a tu marca, lo cual puedes comprobar revisando el Clasificador de Niza a través del sistema CLASNIZA también del IMPI.
Sin embargo, hay ocasiones en que las personas (o incluso agencias de diseño o publicidad) malinterpretan los resultados de la búsqueda y concluyen que la marca es registrable sin que lo sea.
Y es que puede ser que hayas descubierto que no existe ninguna marca que se pronuncie igual a la tuya pero que hayas pasado de lado que había otra con parecido conceptual.
Ejemplo:
Tu marca es “La Colmena“ y no le diste importancia a la marca “El Panal“ o a la marca “The Hive“.
Puede ser también que la marca esté libre pero ello sea así sólo porque se trata de una palabra no registrable, como podrían ser el caso de las marcas descriptivas u ofensivas.
Ejemplo:
Tu marca es “La papelería“ para servicios de papelería (marca descriptiva) o “Tienda del Pendejo“ (marca ofensiva).
Incluso hay quienes erróneamente hacen traducciones de palabras no registrables, como sería por ejemplo: “The Burgers“ para vender hamburguesas (marca descriptiva) o “Fucking Café“ (marca ofensiva).
Estos son sólo algunos ejemplos de impedimentos que podrías estar ignorando al concluir que la marca está libre; en otra ocasión, hablaremos de éstos impedimentos más a fondo ya que, además, no siempre son tan claros,
Para concluir que una marca es registrable es indispensable que conozcas tanto los criterios que comúnmente utilizan los examinadores al revisar las solicitudes de registro, así como los impedimentos contenidos en la ley.
Antes de que te emociones o ilusiones en vano a tus clientes, asegúrate de que la marca tiene verdaderas posibilidades de registro.